De un manco para una bola de cracks

Chayi
2 min readDec 15, 2019

Nadie nos ha enseñado a sufrir, a secar nuestras lágrimas, a expresar nuestros sentimientos más profundos, pero hoy quiero expresar los míos hacia un grupo de personas que me hacen ver la vida de una forma que jamás imaginé.

Si alguien se hubiera acercado conmigo hace años a platicarme de un juego llamado Clash Royale los hubiera mandado a la chingada, pero hoy no tengo más que palabras de agradecimiento para este equipo de amigos que le dieron un giro de 180 grados a mi vida.

Todo comenzó en un grupo de WhatsApp en el que poco a poco me fui convirtiendo en alguien de su confianza, a quien le contaban sus más profundos deseos, a quien le mandaban notas de audio para preguntar por qué Chivas no juega con extranjeros, donde hay cientos de memes, fotos, miles de stickers y horas incontables frente a la pantalla del celular. Limamos todo tipo de problemas en llamadas de Discord, nos conocimos en la que hoy es su casa, el Game Room de Chivas, y hoy pudimos disfrutar, y también sufrir, en un presencial del juego que tanto aman.

No quisiera hablar de uno solo, sino de este increíble grupo de personas, que muy a su personal forma de ver la vida, disfrutan y me hicieron disfrutar de una comunidad a la que no pertenezco, pero que amo con todo mi corazón.

Simplemente gracias por dejarme formar parte de sus vidas. No sé cuándo ni cómo nos volveremos a ver, pero jamás quisiera perderlos.

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